domingo, 27 de septiembre de 2009

No estoy.

No estoy, no estoy. ¿Adónde estoy? ¿Cómo sabés, si no me ves? Me estoy ocultando del mundo, de los adultos. ¿De la escuela, tal vez? Puede ser. En la escuela no nos enseñan a no sufrir por amor. No nos enseñan como hacer para ser un niño, para siempre; como llegar a adulto sin que te ataque la maldita sociedad. En la escuela no nos dicen como hacer para mantener siempre vivos nuestros sueños.¡Ahí viene alguien! ¡Ahí viene alguien!
No espíes, cerrá la puerta. No quiero que nadie conozca mi lugar secreto. Tengo muchas cosas importantes guardadas acá. Temo que si las encuentran, quieran sacarlas. No puedo dejar que eso pase. Sino, cuando me sienta mal, sola, perdida, ¿adónde voy a ir?
¡Uf! ¡Qué susto! Pensé que nos veía. Mejor salgamos, antes que nos encuentren. No, pero todavía no tengo ganas de irme. Me quiero quedar un ratito más. Ignorando la idea de que este lugar me queda cada vez más chico.
Ojalá pueda venir siempre acá, cerrar las puertas y reírme en la oscuridad. No quiero que nadie ocupe este espacio. No quiero que se lo lleven.
¡Dale, bajate! Me parece que nos van a retar. Bueno, y si nos retan qué me importa. Tan grave no puede ser. Graves son los problemas de los grandes, que andan todo el día con la cara por el suelo.


Winona.

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