lunes, 22 de junio de 2009

RECORRIENDO - Ciudad de Luján.








La única vez que visite Luján de noche fue en mis peregrinaciones a la Basílica hace ya muchos años. Fue bien entrada la madrugada y en un silencio profundo, o más bien un bien alto susurro de miles de seres caminando a su ritmo.
Así que es una cuenta pendiente: Luján de noche.
Lo que no es una cuenta pendiente es visitar Luján de día y recorrerla, con mi cámara, con mis ganas de pasear en soledad y pasar un día a la luz del sol. Un día distinto, un día maravilloso.

Es una localidad rica en historia, sus tierras fueron concedidas por el mismo Juan de Garay (segundo fundador de Buenos Aires) a los pioneros españoles. Se encuentra a 67 km de la ciudad de Buenos Aires, a orillas del río Luján. Son sus principales fuentes turísticas la Basílica de Nuestra Señora de Luján (virgen a la que se considera milagrosa por lo que anualmente recibe multitudinarias peregrinaciones) el Museo Devocional y el Complejo Museográfico Enrique Udaondo. Además, se encuentra allí la Universidad Nacional de Luján.

Es una buena oportunidad para dar largos paseos a la rivera del río, comer un rico asado o tomar unos mates a uno u otro lado del puente.
Se encuentra también un parque de diversiones que, dicen, posee algunos de los juegos que pertenecían al viejo Ital Park, ubicado en Capital Federal.

La innumerable cantidad de puestos nos invitan a caminar bajo esas galerías que inevitablemente remontan a otra época, una más colonial, de vestidos anchos y sombrillas de “dama antigua”. Allí encontraremos desde rosarios de todo tipo, estampitas, objetos religiosos, hasta ropa, elementos de decoración y recuerdos de la ciudad.

Es de fácil acceso si se va en auto o con la ya famosa ex “Lujanera” que sigue saliendo desde Plaza Italia, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los micros llegan desde diversos lugares del país y es común ver colas inmensas para sacar pasaje “en el momento”.

Visitar la Basílica de Luján puede llegar a ser un momento intenso. Para los menos religiosos, es una ciudad que nos ofrece un lindo paseo, con amplias posibilidades de acuerdo a la economía, aire puro para respirar, cultura para ver y disfrutar y una amplia gama de souveniers para regalar a quienes han optado por esperarnos en casa.

Winona.

domingo, 21 de junio de 2009

Solo ellos dos.


Son solo dos pichones,
recorriendo el mundo de la mano.
Sin importar el qué dirán,
sin importar los preconceptos
o las costumbres establecidas.
Él se siente un rey de su mano,
y ella la princesa que vino a iluminar sus días.
No hay guerra ni devaluación,
ni hambruna que pueda evitar
que aquellos diez dedos se entrelacen
para caminar juntos.

Solo dos pichones,
han perdido al resto.
Pero no han perdido sus alas.
Aún pueden volar.
Entre dos la belleza parece algo simple.
La casa es grande, pero ellos
siempre se encuentran.
Y entre excesos de besos y caricias
prima el congelamiento de un amor eterno.

¿Será una foto?
¿Un retrato a mano ágil?
¿Una sucesión de palabras culminadas con un "te amo"
entre este rey y su princesa?

Tal vez sean solo dos pichones
que al mirarse,
se han olvidado del resto.

Winona.
18/10/2005

Cine argentino.


Me puse a pensar en el cine argentino.
Me puse a recordar a todas aquellas que personas que cada tanto me cruzo y me dicen “no me gusta el cine nacional”.
¿Qué es lo que no les gusta? ¿Qué es lo que vieron y qué lo que no vieron?

Se me vienen a la memoria recuerdos de películas muy viejas, de hace muchas décadas, de un tipo de cine nacional, el de Sandrini, el de la Tita Merello, el de Lolita Torres, Los cinco grandes del buen humor.
Se me viene el cine de Leopoldo Torres Nilson, el cine de Favio (que ocupa muchas décadas y no pertenece solo a un determinado período de tiempo o momento social).
El cine de Olmedo y Porcel y las comedias de Hugo Moser. El cine de “Los bañeros más locos del mundo”, junto a los “Exterminators”; cine que integró mi infancia y que me sigue robando sonrisas.
Tantos, y tantos que no podría nombrarlos.

Aparece también un cine diferente, más vanguardista, con nuevas generaciones, con nuevas ideas, con otra movida desde lo comercial hasta lo cultural. El cine que desde hace aproximadamente diez años está apareciendo en la Argentina. El cine al que le llaman “cine independiente” y creo que lo es. Un cine con mayor oferta no solo en cantidad sino en calidad.

Digo, me pregunto… de ese cine, ¿qué es lo que el común denominador vio y no le gusta?

Investigo en páginas nacionales:

http://www.quevemoshoy.blogspot.com/

http://cine-argentino.blogspot.com

http://www.cineargentino.com

Surgen estos títulos (entre muchos, muchos otros; sería imposible nombrarlos a todos):

“El niño pez”
de lucia puenzo 2009
“Leonera” de pablo trapero 2008
“Lluvia” de paula hernandez 2008
“Motivos para no enamorarse” de mariano mucci 2008
“Amorosa soledad” de victoria galardi y martin carranza 2008
“El nido vacío” de daniel burman 2008
“Xxy” de lucia puenzo 2007
“La mujer sin cabeza” de lucrecia martel 2007
“Tocar el cielo” de marcos carnevale 2007
“Las manos” de alejandro doria 2006
"El aura" de fabian bielinsky 2005
"El custodio" de rodrigo moreno 2005
“El método” de marcelo piñeyro 2005
“Elsa & Fred” de marcos carnevale 2005
“Tiempo de valientes” de damian szifron 2005
“Una estrella y dos cafés” de alberto lecchi 2005
“El perro” de carlos sorin 2004
”Familia rodante” de pablo trapero 2004
“La niña santa” de lucrecia martel 2004
“Luna de avellaneda” de juan jose campanella 2004
“Roma” de adolfo aristarain 2004
“Un año sin amor” de anahi berneri 2004
"Diarios de motocicleta" de wlater salles 2004
“La puta y la ballena” de luis puenzo 2003
“Los rubios” de albertina carri 2003
“Whisky romeo zulu” de enrique piñeyro 2003
"El abrazo partido" de daniel burman 2003
"El cielito" de maria victoria menis 2003
"El fondo del mar" de daniel szifron 2003
"El juego de Arcibel" de alberto lecchi 2003
“El polaquito” de juan carlos desanzo 2003
“Nadar solo” de ezequiel acuña 2003
“Memoria del saqueo” de pino solanas 2003
“Lugares comunes” de adolfo aristarain 2002
“Un día de suerte” de sandra gugliotta 2002
“Un oso rojo” de israel adrian caetano 2002
“Valentín” de alejandro agresti 2002
“kamchatka” de marcelo piñeyro 2002
"El juego de la silla" de ana katz 2002
“Tan de repente” de diego lerman 2002
“Sábado” de juan villegas 2001
“La fuga” de eduardo mignona 2001
“Vidas privadas” de fito paez 2001
“Felicidades” de lucho bender 2000
“Gallito ciego” de santiago carlos oves 2000
“La ciénaga” de lucrecia martel 2000
“Nueces para el amor” de alberto lecchi 2000
“Nueve reinas” de fabian bielinsky 2000
“Plata quemada” de marcelo piñeyro 2000
“Taxi, un encuentro” de gabriela david 2000


¿Y vos que viste de todo esto?

Espero tus comentarios. Hagamos un ida y vuelta.

Winona.

lunes, 1 de junio de 2009

La tercera parte del mar.





“La tercera parte del mar” es una pieza un tanto confusa para el espectador “común” y en esta oportunidad me sumo a esa descripción. El texto pertenece a Alejandro Tantanián que viene de “El periférico de objetos”, entre otras cosas y quizás parte de su experiencia esta forma de relato. La dirección está a cargo de Gerardo Begérez de quien remarco el tan bien logrado clima en la puesta en escena.

Ésta se llevó a cabo a través de un manejo de luces y sombras que crea una ambientación muy especial en conjunto con los efectos de sonido y la musicalización de los diferentes momentos de la obra.
Considero muy difícil, realmente, crear climas de suspenso en teatro. Hay que ser muy preciso en las determinaciones que nos pueden llevar a que algo quede fantástico o definitivamente desastroso. Y en este caso la apuesta fue más que interesante y el resultado altamente positivo.
El suspenso está, la tensión está, el clima está… pero hablemos del cuento en sí.

El título hace referencia a una cita del Apocalipsis que anuncia que la tercera parte del mar se convertirá en sangre. Los personajes son dos: una mujer encerrada con un pasado siniestro de tortura y encierro, de soledad y penumbra, de abuso sexual y de un crecimiento tarde en su desarrollo de mujer-niña. Un hombre que sufre un “accidente” y llega en busca de un teléfono para comunicarse y poder avisar; un ser que no se va, que se queda, que oculta algo.
Todo el tiempo el personaje femenino nombra ese puente que quiere construir con los cuerpos olvidados para atravesar ese mar, de sangre? ¿Ya tiene sangre ese mar? Necesita que la llamen por su nombre para reconocerse a través del otro y así tomar posesión de su ser.
El personaje masculino se desconcierta al principio, nota un estado de locura en esta mujer, toma posesión de ella más tarde y finalmente transmuta en un intercambio de personalidades.
Así atraviesan una noche que parece ser eterna. Se crea un lenguaje de dominio de uno sobre otro, de mujer sensual y niña perdida, de posesión, de sexo, de abuso, de amor y muerte. Ella es él; él es ella. Y ahí comienzo a perderme en la imaginación propia de lo que puede estar pasando.

No creo que esta pieza tenga una sola lectura. Pero si sé que me ha sido confuso descifrarla. Posee una poética por momentos demasiado remarcada y sobreactuada que me quita de contexto. Por otros la tensión se genera y necesito entender qué está sucediendo. No comprendo; y es allí cuando decido dejarme envolver en esta historia hasta su ¿previsible? final.

Winona.

“La tercera parte del mar”.

De Alejandro Tantanian
Dirección: Gerardo Begérez
Funciones: Domingos a las 18:30
Abasto Social Club: Humahuaca 3649
Reservas:4862-7205
Localidades $ 25 y $ 18 para estudiantes y jubilados
Elenco: Con Natacha Codromaz y Gerardo Otero