domingo, 29 de enero de 2012

Feliz 2012




Un libro lleno de hojas en blanco. 2012.
Tras un cierre maravilloso de un año de mucho crecimiento en lo vocacional, en lo artístico, viene el “¿y ahora qué?”
Con la experiencia conocida de llenarme de cosas y actividades; si bien creo en el hacer y hacer, decidí detenerme un momento en medio de esa vorágine y observar alrededor.
Vivimos corriendo, a veces sin saber hacia dónde, otras teniendo clarísimo el objetivo, pero cuánto cuesta parar.
Decidí proyectar pero en estado de quietud. Me senté a mirar a mi alrededor y de repente algo muy loco sucedió. Yo, que vivo corriendo, me encontré detenida, no en mis deseos ni en mis objetivos sino en el tiempo, deteniendo el apuro…
De repente las cosas vinieron hacia mí. Los proyectos, las propuestas, las personas y sonreí al sentir que era lo que más deseaba pero por única vez no se me había ido la vida en ello.
Un libro lleno de hojas en blanco. 2012.
Y decidí empezar el año tratando de ser más receptiva. De escuchar más y hablar menos (aunque arranqué con mi programa de radio propio y esto podría sonar paradójico). De compartir con el otro sin pretender más, sin saber qué o hacia dónde. Simplemente estar abierta a los encuentros de la vida y disfrutar lo que cada ser humano tiene para dar; y en ese intercambio el goce de lo aprendido.
Me propuse que el dolor duela menos, que los fracasos sean éxitos que solo comprenderé en un futuro. Decidí estar agradecida siempre, cada día, cada mañana en que amanezco con vida. Porque esto es una aventura y lo bueno es bueno y lo malo servirá para aprender.
Quiero integrar y dar, aprender a compartir y disfrutar. Abrirme camino junto al que se quiera sumar a mi aventura.
Un libro nuevo lleno de hojas en blanco. Feliz 2012.
Un muy buen año les deseo. ¡Nos cruzamos por ahí, por la vida!

Winona.