martes, 26 de febrero de 2013

Danza de verano




Calle Corrientes, luces, sala llena, gente, mucha gente. No es fácil entrar en una atmósfera de "época" así como así pero Danza de verano lo consigue en principio y como primer acercamiento visual gracias a su maravillosa escenografía. Ésta nos permite meternos de lleno en una situación no actual donde un gigantesco aparato de radio, una mecedora, bancos de madera son los protagonistas; hasta que llegan ellas. 
Cinco hermanas, cada una con su carácter bien distinto y definido, tratando de sobrevivir en la Irlanda de la década del 30, con la guerra civil española y la ausencia de un hombre que se haga cargo económicamente de la familia como fantasmas que acechan tras sus espaldas. Con un colorido despliegue a través de la música y el baile podemos sentir los miedos, los sueños y las soledades de estas mujeres que ¿no están tan solas? porque los personajes masculinos finalmente aparecen. 
Roberto Catarineu interpreta a Jack, el único hermano varón que vuelve de África tras 25 años de evangelización como sacerdote. Un ser que se encuentra perdido en su memoria y debe ser cuidado por sus hermanas. Martha González es Kate, la hermana mayor y más estricta, maestra por años, conservadora. María Rosa Fugazot, un poco personaje, un poco ella, se lleva para mí todos los aplausos al componer a una Maggie totalmente tierna y divertida, desfachatada en su contexto y con una gracia tan maravillosa. Esta mujer tiene luz sobre el escenario y si solo hubiera sido verla a ella durante unos pequeños momentos ya habría valido la pena el haber ido al teatro. María Valenzuela es Agnes y es quien se encarga del trabajo junto a Rose, interpretada por Laura Oliva; ellas tejen guantes y nos muestran la lucha de la mujer por encontrar un lugar digno, un trabajo, una manera de ganarse la vida sin un hombre al lado. Destaco el trabajo de Laura Oliva en esa Rose soñadora y romántica que parece reír y llorar al mismo tiempo y que se eleva con la música soñando con ese hombre al que ama y el cual la lastimará. Laura Azcurra compone a una madre soltera que no pierde las esperanzas de ese amor que la visita y que le roba sonrisas y sueños mientras como padre no se hace cargo de su hijo Michael. Aquí la obra tiene un punto interesante que es la utilización de un relator en escena interpretado por Luciano Linardi quien en tiempo presente rememora aquellos recuerdos de este niño de 7 años. Un juego escénico definido por la dirección de Jorge Azurmendi al cual me costó ingresar pero luego me pareció un aporte maravilloso al relato de la historia a través del paso del tiempo. La delicia de la pieza está a cargo del actor Michel Noher quien conquista con su galanteo, su baile, su mirada y así como su personaje Gerry es perdonado una y otra vez por la madre de su hijo, así también nosotros lo perdonamos atrapados por su poder de seducción. 
Una bella obra con grandes talentos sobre el escenario y un dejo de melancolía que nos atrapa al ritmo del fox trot.

Winona.

"Danza de verano" 
Multiteatro - Av. Corrientes 1283
Miércoles a viernes 21hs
Sábados 21.30hs
Domingos 20hs