
Melanco, etérea, simple y con una cuota grande y constante de sonrisas. Así debería ser la vida. Romántica, poética no frenética. Deliciosa y atrayente, atrapante no desesperante.
Hacer el amor como en una escena de Brecht o exitarnos con un texto de Girondo. Aroma a vainilla de un sahumerio lejano y música de un John Lennon acústico en algún tocadiscos heredado. Así debería ser la vida. Subir a una hamaca y no parar de “volar” de la mano de nuestra infancia. Que la vida es una rueda y la niñez y la vejez se unen y en el medio debemos tomar decisiones para equilibrar. Decido vivir. Melanco, etérea, simple y con una cuota grande y constante de sonrisas, leyendo a Brecht y a Girondo, haciendo el amor con Lennon y corriendo contra el viento como un súper héroe. Hamacándome en la infancia de la mano de los que ya no están. Así debería ser la vida. Romántica, poética no frenética.
Winona.