miércoles, 7 de julio de 2010
Hace diez años...
Hace diez años te ibas y yo lo supe...
A oscuras te mire, te hice una pequeña cruz, te dije "te amo" y te di un beso en la frente...
Amanecí aquel domingo ya sin vos...
Y hoy le canto la canción de arroz con leche a mi hijo, aunque ya esta grande pero no tanto como yo lo estaba y vos aún la me cantabas.
Y él sabe que esta canción me la cantaba mi abuela.
Te fuiste apagando como una luz que se pierde a lo lejos. Como una vela encendida ya sin fuerzas.
Y las ausencias te llevaron a ausentarte vos y a hacernos ausentes en tu vida, aunque nunca lo estuvimos.
Y nos correteabas con esas papas fritas a deshora y nos dabas el “manguito” que le pedías al abuelo, y siempre algo más, siempre había algo más que nos retuviera… es como si la lejanía no la soportaras… como a veces hoy, no la soporto yo.
Y con un nudo en la garganta te recuerdo y daría lo que fuera por un instante de esa infancia que me llena, que hoy conservo en recuerdos y en mi piel.
Tus paredes me cobijaron, tu mecedora me hamacó interminablemente y tus abrazos siempre estuvieron… hasta que te perdiste, hasta que nos dejaste, mucho antes de que tu cuerpo se fuera.
¿Habrás sido feliz? ¿Te habremos hecho feliz?
Y el amor de ese hombre que te cuidó hasta el final como nadie, como hoy lo debe estar haciendo a tu lado, allí donde estén.
Hace diez años te ibas y yo lo supe…
Lo supe sin que nadie me lo dijera, quizás vos me lo dijiste y me llamaste con tu voz lejana y me dejaste sentir tu piel una vez más mientras en un susurro te decía cuanto te amaba.
Te extraño, a veces, te extraño.
Pero lo vivido no se va y el rostro se me ilumina al sonreír y recordarte.
Hace diez años abuela. Te fuiste hace ya, diez años.
Winona.
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Hermosas palabras las tuyas. Es como suelo decir, uno tiene que estar feliz por ellos que han nacido a la eternidad; el problema está en nosotros que a veces los extrañamos tanto ¿no?
ResponderEliminarHola Criptico!!! El problema está en aprender a dejar ir... ufff, es tan difícil. Yo los tengo siempre presentes pero cuando extrañás físicamente al otro, verlo, tomarle la mano, abrazarlo, su aroma, su mirada... ¿cómo hacés?
ResponderEliminarOjalá pudiera responderte eso. Pero la verdad no sé cómo se hace. Supongo que es una de esas ausencias, ausencias físicas, con las cuales hay que aprender a vivir; y de las que no nos salva ningún tipo de razonamiento o argumentación del intelecto. Porque, como escuché por ahí, extrañar es recordar con amor, y cuando ese recuerdo nos confronta con la ausencia del ser amado se transforma en algo muy difícil de asimilar. No lo sé, sinceramente no encuentro una respuesta, sino preguntas que me llevan a preguntas mayores aún. Esas preguntas que seguramente un abuelo respondería con una sonrisa y un par de simples palabras, no por sabios sino por abuelos. Así y todo, si extrañarlos es el precio por recordarlos con amor, prefiero pagar ese costo antes que olvidarlos para que no me duela su ausencia. ¿No te parece?
ResponderEliminarClaro que me parece. Olvidarlos sería imposible... recordar con amor y un dejo de melancolía es entendible... y el dolor?! ufff, eso significa que han dejado una gran huella en nosotros.
ResponderEliminarBesos grandes. Tus palabras siempre bellas.